El equipo asturiano que desarrolló en el área sanitaria I un programa piloto de
teleoftalmología para la detección de la retinopatía diabética presentó ayer en
Bruselas, ante el Comité de las Regiones, los resultados de esta iniciativa desarrollada con la
Consejería de Sanidad y la Federación Asturiana de Concejos, dentro del proyecto comunitario Red de Salud y Telemedicina en las Zonas Rurales.
En las conclusiones que plantearon dentro del seminario ‘e-Salud: ¿qué soluciones se plantean para el futuro de los territorios rurales europeos?’, destaca que el 85% de los 952 pacientes incluidos en este programa pudo realizar las pruebas necesarias en sus respectivos centros de salud, lo que evitó su desplazamiento al Hospital Comarcal de Jarrio para someterse a revisión.
La metodología para detectar la retinopatía diabética, primera causa de ceguera en los diabéticos de entre 25 y 65 años, es simple. Un equipo médico acude, periódicamente, al centro de salud con un retinógrafo. Toma fotografías del fondo del ojo a los pacientes programados para revisión y, una vez obtenidas las imágenes, las evalúa el médico de Primaria, que si detecta indicios de dolencia, remite las fotografías por internet a los especialistas del hospital para una nueva evaluación. La fiabilidad alcanzó el 100% y, en los dos años de funcionamiento, ahorró en costes 60.000 euros. En Jarrio, la prueba está presupuestada en 172 euros y se redujo hasta los 98,7.